sábado, 27 de agosto de 2022

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Son las once de la noche del sábado 27 de agosto del 2022 en el noveno piso del hospital general No- 46 del IMSS en Guadalajara. Se oye de fondo una interminable fuga de agua del baño de los pacientes, el trafico en la avenida Lázaro Cárdenas y el ronroneo de la bomba del colchón.

Pepe lleva una hora con un dolor sordo, la fiebre subió, bajó y la medicina no llega, será por ser fin de semana o quizás alguien se encuentre más grave en el piso.

La semana entrante se cumplirán 36 años de ese terrible día en que una bala le transformó la vida a mi hermano y a toda la familia.

Este año ha sido muy duro, infecciones recurrentes y hospitalizaciones. Del 9 de mayo a la fecha no llegan a 10 los dias en que no ha tenido fiebre y dolor extremo, su cuerpo se encuentra cansado su animo flaquea, será por la hemoglobina y la presión bajas o por la interminable tortura a la que es sometido con esos dolores intermitentes que se agudizan con la fiebre. Ahora duerme espero sea una tregua del dolor.

El lunes pasado fue el día más crítico en estos 36 años, el dolor y el cansancio lo tenían agobiado y Pepe tomó la decisión de seguir vivo.

No sabemos cuánto resistirá su cuerpo pero le pido a Dios para el tiempo que nos lo preste que sea sin dolor.