jueves, 7 de septiembre de 2017

Hace 31 años.

Hace 31 años una bala cambió la historia de la familia hiriendo de gravedad a mi hermano lobo, su vida ha estado en peligro y Dios mandó varios Ángeles al rescate, guió una explendida operación que ha admirado a excelentes doctores.
Desde ese día a la fecha muchos milagros nos han ocurrido, fueron días difíciles para nuestro México y más difíciles para nosotros, se colapsaron los negocios de la familia y un demoledor diagnóstico médico golpeó a mi padre.
Hoy 31 años después el balance es positivo, las aventuras de la familia ha sido muchas y todas han servido para fortalecer nuestros vínculos. Mi hermano nos sigue dando testimonio de vida con logros que demuestran que una silla de ruedas no puede detener la libertad creadora, que la música que sale de su corazón es un legado a la humanidad y que esos dolores que lo torturan y escapan a nuestra comprensión lo hacen bienaventurado en el reino de Dios.
A la muerte de nuestro padre el reto de vivir solo y ser autosuficiente no ha sido fácil, ha enfrentado con estoicismo, humildad y valentía retos  y enfermedades.  
Sus éxitos no son pocos, de jugar a  ser piloto de zeros en los sillones de la sala de la casa pasó a ser director de cine en la secundaria, compositor y director de teatro musical en la prepa y universidad… Luego la bala, bala que paralizó sus piernas pero no su creatividad, siguió el teatro musical la formación de coros, los dibujos en tres dimensiones y a la fecha la producción de espectáculos solo por mencionar algunos logros.
A 31 años solo puedo decir: Hermano no te rindas la función debe continuar.


Te quiero Pepe.

No hay comentarios: