El lunes por la tarde murió El Papanino, abuelo de mis hijos. Su muerte fue similar a la de El Licenciado, el otro abuelo de mis hijos. Relajados y sin gesto de dolor se fueron a descansar y en ese momento Dios decidió que era la hora de que sus almas trascendieran.
Fueron personalidades muy diferentes pero con muchas cosas en común:
Para ambos la familia tenía un significado especial, ariscos de apariencia pero con un gran corazón, de principios firmes e inquebrantables, estoicos y prudentes,
patriotas e informados, de conversación amena y grandes anécdotas, con un gusto particular por los camarones, el tequila, un vino tinto o una cerveza helada, de un humor agudo que a veces rayaba en el sarcasmo, generosos en todos los sentidos y un ejemplo a seguir. Ambos se fueron pero siempre estarán presentes por qué la huella que han dejado perdurará en nuestros corazones.
Todo llega pasa y se va…
2 comentarios:
Siempre estarán presentes. Gracias Rafa
que bonito muchas gracias tio rafa
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