lunes, 16 de julio de 2018

Recordando al Licenciado (El Papá)




Nada supera el sentimiento de orgullo
de sentirse heredero de un abolengo 
de honestidad y trabajo.
Carlos Escalona A


Tengo muchos recuerdos de mi padre que sin duda  marcaron mi vida, era un gran conversador, un excelente maestro y un sabio consejero.

En nuestra infancia con paciencia nos enseñó a pintar y armar modelos a escala, nos contaba las historias de esos modelos y su desempeño en la historia.

Nos enseñó a modelar con plastilina y entender las tres dimensiones.

Su gusto por la buena música era contagioso y oírlo cantar tangos o zarzuelas junto a Doña Lupe mientras cocinaban me llenaba de alegría.

En su momento era un hombre muy ocupado, pero se aparecía en mi escuela para la entrega de calificaciones.

Me enseñó que cuando uno come caldo de res hay que partir las papas. Que una autoridad que se discute no es autoridad.

Nos enseñó la perspectiva y las proporciones de la figura humana, en el dibujo y en la vida.

Nos enseñó que el trabajo dignifica por humilde que este sea, que las cosas no se hacen solas y que somos lo que hacemos y hacemos lo que somos. Que Dios es Magnánimo y bueno, que contra los factores del caos y la estupidez poco se puede hacer. Que la vida es un perpetuo presente que hay que vivirlo y disfrutar lo tenemos.

El destino y la enfermedad forzaron su retiro de los negocios, pero no lo doblegaron se mantuvo disciplinado activo y servicial hasta su último día, dándonos con el ejemplo lecciones de vida.

Para él la familia era muy importante, siempre que pudo ayudó a sus padres y hermanos.

No era perfecto tenía un carácter explosivo y una lengua sin filtros, pero siempre asumió la responsabilidad de sus actos.

La muerte de Doña Lupe nos aturdió, el supo llevar con amor y serenidad su luto y asumió estoico el rol que ella desempeñaba en el cuidado y comunicación de la familia.

Fué mí ancla y mi faro. Todos los domingos conversábamos varias horas por teléfono ya no solo era mi padre era mi mejor amigo.

Dios fue testigo de todo esto que les platico, por eso hace dos años lo mandó llamar para que se reuniera con Doña Lupe y sé fue serena y prudentemente.
Me dejo por herencia a mis hermanos generosos y solidarios.









2 comentarios:

Laura Zyanya Bastida dijo...

Hermosos recuerdos.

Clases de Gabriel Vazquez Escalona dijo...

Hermosas palabras Rafael y hermosos recuerdos, un ser humano extraordinario. Un Abrazo